3/2/2019: Motion Sickness de Phoebe Bridgers

(ACTUALIZACIÓN 26/2/2019: En febrero de 2019, varias mujeres denunciaron públicamente a Ryan Adams en un artículo del New York Times de haberlas abusado sexual y psicológicamente. Una de ellas es Phoebe Bridgers, quien reveló diversas instancias en las que fue violentada por el músico. Por lo tanto, creo necesario aclarar que Motion Sickness es entonces una canción sobre una relación tóxica en la que Adams fue emocionalmente abusivo, utilizando su influencia, poder y su círculo de amigos para aprovecharse de artistas femeninas jóvenes, algunas inclusive menores de edad. Como señal de repudio, decidí actualizar este posteo aclarando lo ocurrido y remarcando el hecho de que la canción escogida retrata una relación en la que hubo violencia de género y abuso.)

La canción de hoy es Motion Sickness de Phoebe Bridgers, single del álbum Stranger In The Alps (2017). Ya escribí un poco sobre ella cuando elegí como canción del día Me & My Dog de boygenius, banda de la cual forma parte, y si bien no me gusta repetir artistas tan seguido, Motion Sickness me tiene loca y no tuve otra opción. En Stranger In The Alps se sienten varias de las influencias de la cantautora, entre ellas Elliott Smith, Conor Oberst (amigo con quien acaba de estrenar un nuevo álbum) y Joni Mitchell; de todos modos, Bridgers no recicla la obra de otros artistas, sino que transforma cada uno de sus temas en algo totalmente personal, original e íntimo. 

Según Phoebe Bridgers, Motion Sickness es sobre amar y odiar a alguien al mismo tiempo, estando enamorada de una persona que te trata mal y los sentimientos conflictivos que surgen a partir de eso. En su entrevista con Fader, la cantautora reveló que la canción está inspirada en su relación con el músico Ryan Adams, quien produjo su EP Killer e, inicialmente, actuó como su mentor. La canción logra un equilibrio perfecto entre confesión emocional y comedia, centrándose en lo ridículo de la contradicción entre amor y odio, como si fuera una puteada acompañada de una sonrisa. 

La magia de Phoebe Bridgers nace de su habilidad como compositora para combinar su profunda vulnerabilidad con un gran ingenio. Con su voz fantasmagórica, canta sobre funerales, desilusiones traumáticas, desamor y sueños de los cuales se despierta cayendo.